Testimonio Marianela


Conoce a Marianela, quien nos cuenta un poco de su vida y como ha transitado su enfermedad.

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VIDA PERSONAL

¿Quién eres?

Mi nombre es Marianela Pino, me gusta que me llamen Nane, tengo 52 años, soy de Curicó. Soy la segunda de cinco hermanas. Actualmente me dedico a labores de casa; mi último trabajo fue auxiliar de farmacia y lo dejé para dedicarme a cuidar a mi hijo ya que todavía está pequeño.

 

¿Cómo fue tu infancia?
¿Qué es lo que más recuerdas de esa época?

Fue muy feliz, crecí con muchas hermanas y amigos en el barrio. Tengo buenos recuerdos con los viajes familiares; a la playa y a la cordillera, siempre con mi mamá al lado. En mi adolescencia fui un poco traviesa pero tengo muy buenos recuerdos y amigos de esa época; siempre fui muy amiguera.

¿Cuáles son los valores que promueves en tu familia?

A MI HIJO LE INCULCO LA LEALTAD, EL AMOR, QUE SEA ESPONTÁNEO Y QUE APRENDA DE SUS ERRORES. SIEMPRE LE RECALCO QUE SEA UN BUEN AMIGO Y UNA PERSONA ESPONTÁNEO, PARA QUE LO ACEPTEN TAL CUAL ES.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Me gusta mucho la cocina, veo canales y revistas de cocina, siempre estoy buscando recetas. Estoy retomando zumba que practico hace dos años. Tejer, si me da el tiempo. También me gustan las manualidades, aunque no soy tan buena.

 

¿Tienes algún sueño por cumplir? ¿Y algún sueño cumplido?

Mi gran sueño era ser mamá y ya tengo un hijo que ha superado todas mis expectativas. Otros sueños: me gusta mucho viajar, disfruto todo y he conocido varias ciudades pero quisiera conocer muchas otras.

 

¿Cuál ha sido el momento más feliz en tu vida?

El momento más feliz de mi vida fue la llegada mi hijo. Con mi mamá, mis hermanas y con familiares que ya han partido tengo recuerdos sencillos pero muy felices.

 

MANEJO DE LA ENFERMEDAD

¿Cómo y cuándo empezaste a notar que algo no iba bien con tu salud?

Sentí un dolor en la ingle izquierda y un doctor me indicó que tenía un quiste, me operaron y en el resultado de la biopsia salió esta enfermedad. Por los dos lados de mi familia tengo antecedentes de cáncer, incluso por mi mamá.

¿Cuál fue tu reacción cuando te confirmaron que era cáncer? ¿Qué pensaste?

Fue un golpe grande pero tampoco me botó; me bajoneé pero al día siguiente pensé: “Ok, ¿qué sigue?” Estuve acompañada de mi hermana, que fue quien cuidó a mi mamá por muchos años y me aferré a la idea de que si mi mamá peleó por 8 años contra esta enfermedad, por qué no lo iba a hacer yo. Sentí tranquilidad siguiendo adelante, como lo hizo mi mamá.

 

¿Incorporaste otro tipo de terapias complementarias?

Sí, yo me tuve que trasladar a Santiago y allá una prima me incorporó a dos terapias: la activación de la glándula pineal y al ho’oponopono. Eso me llenó de tranquilidad, me hizo más potente para seguir adelante. Nunca sentí desesperación a pesar de las noticias.

¿Recuerdas algún profesional de la salud que te haya ayudado especialmente?

Agradezco mucho el apoyo del doctor Juan Pablo Miranda de RedSalud Vitacura. Hasta hoy sigo con él y siempre tiene la mejor disposición al igual que todo su equipo, sobretodo su secretaria Milenka. Siempre me responden muy rápido mis consultas.

¿Te has sentido acompañado?
¿Quién ha sido tu apoyo a lo largo de todo el proceso?

La persona que más me ha apoyado hasta hoy es mi hermana Claudia. También mi hijo y mi esposo siempre han estado ahí, al igual que mi grupo familiar. Además, tengo muchas amistades porque he vivido en varias ciudades aquí en Chile y sé que hay muchas personas e iglesias que han orado por mí. Siempre les agradezco a los que han pedido por mí; quiero que sepan que estoy bien, mi ánimo nunca decayó y ahora estoy bien, recuperándome físicamente.

 

¿Has cambiado a partir de la experiencia de cáncer?

Sí, porque antes me preocupaba mucho del mañana; del próximo año. Ahora vivo el día a día; sin importar que se esté cayendo el mundo, no me aferro a lo que pasará mañana. Me dedico a vivir las pequeñas cosas a diario y tomarme tiempo para mí; si yo estoy bien, mi hijo va a estar bien. A veces en las noches me siento al lado de la estufa y no pienso en nada; es un tiempo para mí. Además, aprendí a quererme tal cual como soy.

¿Podrías enviar un mensaje para las personas que están transitando esta enfermedad?

Les diría que aunque cueste, hay que tomarlo con tranquilidad porque todo va a pasar; las quimios, sentirse mal, no querer comer… eso pasará. Déjense ayudar, querer y apoyar. Cuesta ser fuerte pero hay que tomarse todo con tranquilidad y sentido del humor; así se sale de esto.

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