Testimonio Katherine


Conoce a Katherine, quien nos cuenta un poco de su vida y como ha transitado su enfermedad.

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VIDA PERSONAL

¿Quién eres?

Soy Katherine Carrasco, tengo 35 años, vivo en María Pinto, fuera de Santiago, y soy Educadora de Párvulos.

 

¿Cómo fue tu infancia?
¿Qué es lo que más recuerdas de esa época?

Hasta los 7 años fui hija única, siempre estuve solita, tuve una muy linda infancia junto a mis padres, mi abuela y mi tío, que es como mi hermano. Con ellos me crié, acá en el campo; jugaba todo el día.

¿Cuáles son los valores que promueves en tu familia?

LOS VALORES QUE MI FAMILIA ENFATIZAN SON SOLIDARIDAD, AMISTAD VERDADERA Y, LO MÁS IMPORTANTE, HONESTIDAD.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

No tengo mucho tiempo libre, siempre estoy haciendo algo; trabajo desde la casa, ayudo a mis padres con sus cosas, leo un libro, veo una película…

 

¿Tienes algún sueño por cumplir? ¿Y algún sueño cumplido?

¡Me gustaría viajar! Mi sueño es conocer China porque encuentro muy bonita esa cultura, ellos son muy amistosos y quisiera insertarme en su cultura desde más cerca.

 

¿Cuál ha sido el momento más feliz en tu vida?

Compartir con mi familia y, después de pasar un largo tiempo enferma, donde pasé por muchos tratamientos, hoy día estoy bien; puedo respirar, ver, reírme… Eso me hace feliz; el estar bien.

 

MANEJO DE LA ENFERMEDAD

¿Cómo y cuándo empezaste a notar que algo no iba bien con tu salud?

Como en el año 2013 me empecé a sentir mal; tenía un fuerte dolor en mis mamas y en el brazo y no sabía a qué se debía. Fui a varios ginecólogos y el último, a quien le llevé la mamografía y exámenes de sangre, me dijo que yo no tenía nada en las mamas sino que tenía un tumor. Me pidió otros exámenes y cuando se los llevé, me diagnóstico con un tumor en la cabeza.

¿Cuál fue tu reacción cuando te confirmaron que era cáncer? ¿Qué pensaste?

Quedé en shock, pensé: “chuta por qué a mí…” Y empecé a ver todo más lento; veía todo pasando más lento. Estuve 1 año en etapa de diagnóstico hasta que dejé todo en manos de Dios.

 

¿Incorporaste otro tipo de terapias complementarias?

Siempre he seguido, al pie de la letra, todas las indicaciones del doctor pero cuando me diagnosticaron el tumor, y un cáncer de tiroides, adopté una alimentación mucho más saludable; me he educado en este tema. De vez en cuando también hago meditaciones y uso aceites relajantes.

¿Recuerdas algún profesional de la salud que te haya ayudado especialmente?

Sí, hasta el día de hoy, tengo un doctor al cual si tengo que dejarle estrellas, se las dejo todas. Es el doctor que estuvo en todo el proceso de cáncer de mi abuela y a mí me operó del cáncer de la tiroides. Me hace sentir muy segura, me llena de ánimo y tranquilidad; siempre se pone en el lugar del paciente.

¿Te has sentido acompañado? ¿Quién ha sido tu apoyo a lo largo de todo el proceso?

Mi familia, mi hermana y mi abuela, que aunque está en el cielo, igual me acompaña.

 

¿Has cambiado a partir de la experiencia de cáncer?

Creo que sí he cambiado porque antes mi vida era muy estructurada y hoy día me tomo la vida para ahora, no la dejo para después: hago lo que quiero hacer y vivo el momento. A veces mi cerebro me dice que debo planificar, por lo que me ha costado un poco realizar este cambio pero me di cuenta que al estructurar tanto todo, dejas de vivir.

¿Podrías enviar un mensaje para las personas que están transitando esta enfermedad?

Si tú te sientes mal, si tienes algún síntoma, incluso ya estando diagnosticado, ve al doctor. Siempre realiza tus chequeos y haz lo que diga el doctor porque eso es lo que te salva. Por ejemplo, el remedio que yo tomo te afecta partes estéticas y hay personas que no se lo toman por eso.Además, los invito a vivir la vida, lo bello que hay, y agradecer lo que uno tiene.

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